Muchas fueron las horas, muchas las discusiones, muchas las reuniones, siempre con gran talante y discreción.
Aún recordamos y tenemos presente la gran memoria que le caracterizaba, no se le escapaba una.
Siempre pendiente de los problemas que observaba en la parroquia para echar una mano e intentar solucionarlos.
Estando convaleciente, recordamos como llamó por teléfono preocupado ya que era el encargado de contratar los bollos para el día del socio y éste año no podía realizar esa labor. Que grande fuiste.
Echaremos de menos esos prieto picudo que te tomabas después de las reuniones en Peran y las largas conversaciones que allí manteníamos.
La Junta Directiva de esta Asociación, NUNCA te olvidará y queremos darte el último homenaje como debía ser. Descansa en paz AMIGO allá donde estés.
Un fortísimo abrazo de toda la Junta Directiva a la familia, siempre nos tendréis ahí para lo que necesitéis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario